miércoles, 2 de octubre de 2013

Dogo de Burdeos (french mastiff)


El Dogo de Burdeos es una raza de perro de origen francés, que forma parte de la gran familia de los mastines que aún siendo de tamaño mediano resulta ser un perro de gran fuerza y potencia, con un carácter firme y decidido que lo convierten en un gran perro de guardia.

Dogue De Bordeaux (French Mastiff)
El Dogo de Burdeos es una de las razas francesas más antiguas, proveniente de los mastines orientales llegados a Europa con las hordas bárbaras. Otras razas han contribuido a la definición de ésta: el mastiff, el bulldog inglés, y el dogo alemán. El resultado que se ha obtenido es un perro de enorme fuerza y potencia en menoscabo de la agilidad y velocidad.


El Caracter: Su aspecto da mucha impresión, todo y que después es un gran perro de carácter noble y cariñoso con los suyos y muy distanciado con los extraños. Incluso no es cariñoso con amigos de la familia, aunque no les atacara en tu presencia ya que son muy obedientes.


Caracteristicas Fisicas: Su aspecto general da idea de gran fuerza y potencia. La cabeza es voluminosa, corta y ancha, tiene una serie de pliegues bastantes marcados, el hocico es corto y potente, su dentadura muy fuerte. Labio abundante con la mandíbula inferior adelantada. Los ojos bastante distanciados entre sí, son ovalados y de color avellana u oscuros. Las orejas péndulas de tamaño mediano con la inserción bastante alta. Cuello corto cilindrico y con papada. De lomo recto y ancho, recogido por un pecho fuerte y profundo, de vientre levantado. El tronco tiene un tórax amplio y bien redondeado, las extremidades son muy musculosas. Cola fuerte en la base y afilada, es llevada péndula. Es considerado importante que su andar sea muy elástico y ponga majestuosamente en evidencia su gran potencia.
Pelaje: es corto, liso y fino. 
Color: leonado o caoba. 


Es tranquilo y equilibrado, muy apegado a su amo y su familia, es cariñoso, reservado con los extraños y neutro con ellos cuando está su amo, al que le muestra su cariño y fidelidad. Manso y paciente con los niños, a los que quiere y protege. Detesta la soledad y la inacción y nunca se muestra espontáneamente agresivo.


Su origen se remonta a la época de los celtas que lo usaban para guardar tesoros y para la caza mayor. En la Edad Media se conocían dos clases de este perro: uno el "perro carnicero" y el otro el "perro turco", entrenados para la lucha con osos, toros y otros perros. Más tarde se le utilizó como guarda de la casa y castillos. En Burdeos, a finales del siglo XIX, se creía que la raza había desaparecido, volviéndose a desarrollar actualmente.


Es un excelente perro casero, para la granja y la familia, guardando muy bien a su amo y propiedades.